La salida de las tropas napoleónicas de España, se producen en enero
de 1814; en ese momento, las Cortes de
Cádiz se establecieron en Madrid. En marzo de ese mismo año, Fernando VII anuncia su regreso a
España.
El rey, conocido como
el “Deseado”, se encontró el Buen Retiro
en muy mal estado; estaba casi en ruinas. Éste quedó convertido en un campo de
maniobras, fortificado; parecía un verdadero baluarte defensivo. Para poder su recuperar parte de su estado original, la Corona debió utilizar distintos recursos: arrendamiento de
diversas zonas, venta de leña de las podas, hielo de los estanques, etc. El rey
se preocupó de repoblar el arbolado de
toda la superficie del Retiro y reparó varias zonas verdes que los invasores
habían destrozado; permitiendo la entrada al público.
El rey se reserva para
sí y su familia, el conocido como el “Reservado”
situado en el NE, tenía sus propias
tapias y los límites estaban entre
las calles de Alcalá, O´Donell y
Menéndez Pelayo; en el extremo SE el límite era el Estanque. En la Figura 1 se puede ver la situación del Reservado en el Plano del Retiro.
Figura
1. Situación y extensión del Reservado de Fernando VII
Toda esta zona se replanta, cuidadosamente, tanto
árboles como plantaciones; además, se enriquece con una serie de construcciones denominadas “Caprichos”. Estas pequeñas y curiosas
edificaciones se pusieron de moda
durante el siglo XVIII, siguiendo el modelo del “Pequeño Trianon” de
Versalles de la reina María Antonieta, construido por el arquitecto Mique.
Tenemos ejemplos como: la “Montaña
Artificial” en los Jardines de Aranjuez,
la “Casa del Ermitaño” y la “Casa de la Vieja” en la Finca de la Alameda de Osuna.
Estas edificaciones o
“Caprichos” fueron diseñadas y construidas por Isidro González Velázquez, arquitecto mayor de las obras reales. Vamos
a estudiarlos, con cierto detalle, para ello les hemos clasificado de una determinada manera: existentes y conservados; existentes
y transformados y desaparecidos.
Se adjunta un Plano del Retiro,
actual, para su localización.
a). “Caprichos” existentes y conservados.
Son muy pocos los “Caprichos que se han conservado,
aunque en ellos se han hecho algunas obras
de conservación y mantenimiento.
La “Montaña de los Gatos”, también conocida como el “Tintero” o “Montaña
Artificial”. En el momento de su construcción contaba, en su parte superior, con
un templete, hoy desaparecido.
Se localiza en le zona nordeste de los Jardines, en la
esquina entre las calles de O´Donell y
Menéndez Pelayo. En su zona inferior había una ría que tenía peces y gansos, sobre la que caía una pequeña cascada. Actualmente, se está
trabajando en su ajardinamiento para recuperarlo ya que se ha perdido parte del
mismo, por el paso del tiempo.
Figura
3. La “Montaña de los Gatos”, zona en recuperación
En su interior hay una cúpula semiesférica, ejecutada en
ladrillo; se restauró hace algunos años y se utilizó en ocasiones como sala de exposiciones. La fachada de
esta zona es muy interesante y está pintada
con motivos pompeyanos.
Figura
4. Fachada de la zona de la cúpula
La “Casita del Pescador” es una construcción muy vistosa y bien
restaurada, muy próxima a la “Montaña”. Tiene planta de cruz griega y la
cubierta está ejecutada por un chapitel de plomo, muy escurialense. Está
situada en medio de un pequeño lago de formas irregulares, en el que había
peces que le daba sentido a su denominación. El acceso se realiza por un
pequeño puente. El revestimiento exterior es un revoco de color rojizo,
decorado con pinturas pompeyanas, muy similar a la decoración de la “Montaña”.
Figura
5. La “Casita del Pescador”
La “Fuente Egipcia”, su denominación procede, tanto de su propia configuración como de los elementos que la decoran. Asimismo, se
le conoce como “Canopo” o “Tripona”. Se ejecutó en 1819 y está situada en la
zona sur del Gran Estanque. Es un depósito
de agua, de planta rectangular, parte de su cubierta es inclinada; en el
frente que da al Estanque, se encuentra la fuente,
situada en una hornacina, conformada por un gran vaso canopo, cerrada por
una cabeza egipcia. Está rematada
por dos esfinges, situada en los
laterales, sobre unos muretes de piedra; en el centro había una estatua de Osiris, sobre una pilastra, hoy desaparecida. Está construido en
ladrillo visto, tomado con mortero de cal y piedra granítica.
Figura
6. La “Fuente Egipcia”
b) “Caprichos” desaparecidos. Algunos de ellos se han demolido y, sólo, se tiene el recuerdo de los mismos.
La “Casa Rústica” o “Persa”, se hallaba próxima a la Montaña
Artificial junto a la tapia de la calle de Alcalá. Constaba de tres estancias:
la central era un salón-rotonda, decorado con sedas y objetos procedentes de
China. Su exterior era muy rústico, revestido con troncos de madera sin
descortezar. Se adjunta una imagen del citado salón.
Figura
7. La “Casa Rústica”
La “Casa del Pobre”, también llamada del “Pobre y del Rico”; era, quizás, el “Capricho” más romántico. Estaba muy próxima a la
anterior y tenía dos plantas; en su planta
baja, había unos maniquíes que
representaban una anciana hilando al
lado de la cuna con un niño dormido,
en una modesta cocina. Detrás de esta escena, existía otro cuarto donde se veía un matrimonio,
procedente de Cuba, que ayuda a los anteriores. En el piso superior, había un lujoso
gabinete con las paredes forradas de telas y adornado con candelabros,
espejos y diverso mobiliario. Había un gran contraste entre el interior y el exterior; éste era muy rústico
ejecutado con piedras irregulares, ladrillos y troncos de madera. Fue derruida en 1963.
El “Embarcadero Real”. Estaba situado en el lugar donde se encuentra
el Monumento de Alfonso XIII; se demolió el citado Embarcadero para la
realización del mismo; aunque éste se encontraba ya en mal estado de
conservación. Fue construido por Isidro González, como el resto de los
“Caprichos”, en 1817. Los materiales
utilizados fueron piedra, ladrillo y madera; la cubierta era de zinc y
plomo. Estaba formado por tres cuerpos con
decoración “chinesca”, tenía una escalera
central coronada por una bonita
cúpula, los pabellones laterales
eran más bajos con dos arcos ojivales y de medio punto. En las estancias de su interior descansaba la
familia real cuando acudía a los festejos
que se celebraban en el Estanque; asimismo, navegaba en las Falúas Reales, que el rey, Fernando VII, mandó
traer de Aranjuez, donde hoy se conservan en el “Museo de Falúas Reales” de la
mencionada población.
En el borde del Estanque, se habían instalado
cuatro norias, una en cada esquina,
que se empleaban para elevar el agua.
En la Figura adjunta se puede ver una divertida
escena cortesana, pintada por José
Ribelles, en 1820, Pintor de Cámara de Fernando VII, procedente de la Colección Real.
Figura
8. Escena en el “Embarcadero Real”
c) “Caprichos” modificados. Varios de ellos mantienen parte de sus edificaciones primitivas, algunos han cambiado de nombre y otros han cambiado
de uso.
La “Casa de Vacas”. El edificio primitivo era una alquería, donde las hijas del rey, Isabel II y Luisa Fernanda,
jugaban a ser pastoras, disponían de unas vacas cuya leche bebían después de
ser ordeñadas por ellas mismas. Está situada en el Paseo del Estanque, próximo
a éste.
En 1868 la Corona
pierde los derechos sobre los Jardines del Buen Retiro; a partir de esta época
se alquila la “Casa de Vacas” a Mateo Cabezas y Romeral que la transforma en un
establecimiento modélico donde se podía beber leche recién ordeñada; unos años
después, se instala una chocolatería.
El 12 de mayo de 1886
un ciclón devastó el Parque, entre los destrozos que se produjeron, la “Casa de Vacas” fue muy afectada. Se reconstruyó, en el siglo
XX, instalándose un café restaurante. Se realizaron diversas obras hasta que en
1950, una de las terrazas es utilizada como pista de patinaje sobre ruedas y en
el verano se vendía horchata.
Unos años más tarde se reestructuró y se utilizó como sala de fiestas;
a partir de la década de los sesenta se instaló un restaurante y bar,
conociéndose como “Pavillón”, hasta que en 1983 se incendió, arruinando el edificio.
Unos años después se
restauró, utilizándose como Centro
Cultural del Ayuntamiento, albergando una Sala de Exposiciones y un pequeño Auditorio en el que se representan obras de teatro. En la Figura 9
se puede ver una imagen de la actual “Casa de Vacas”.
Figura
9. La “Casa de Vacas”
La “Casa del Contrabandista”, conocida en los últimos años como el
“Florida Park” que ha sido una sala de fiestas
muy conocida en la ciudad. El edificio
primitivo constaba de una gran
estancia circular en la que se encontraba una noria y, adosada a ella,
había una dependencia longitudinal. Los materiales empleados era piedra y
ladrillo y el techo circular, primero estuvo cubierto por tejas y,
posteriormente por plomo y zinc.
Su interior estaba ricamente decorado al temple y existía una rica colección
de telas: terciopelos y rasos. Había varios maniquíes, algunos autómatas vestidos como contrabandistas del sur de España que daban el nombre al local.
También, se la llamaba
la “Casa del Jaman”, de los masajes con
manantiales, una especie de “spa”, donde el rey disfrutaba de todo ello.
Figura
10. Imagen antigua del Florida Park
La historia del local es azarosa
y curiosa. Tras la cesión del Parque al pueblo de Madrid, el edificio fue
utilizado como “Establecimiento de Aguas Oxigenadas”, donde se decía que se desarrollaban actividades terapéuticos; en 1935 se conocía como
“Viena Park”. Durante la dictadura
de Primo de Rivera fue un baile y
después de la Guerra Civil, un salón de té. Cuando los estadounidenses de la base de Torrejón
se instalaron en Madrid se puso de moda
como sala de fiestas. Luego fue plató televisivo donde se desarrollaban
programas musicales. Su cierre definitivo se ha producido en junio de 2013.
Actualmente, se están
llevando a cabo unas obras de
remodelación; hay que tener en cuenta que el edificio tiene una “Especial
protección como edificio protegido” que abarcarán a todo el conjunto
arquitectónico. Las gestiones de adjudicación de la sala de fiestas y
restaurante han sido complicadas y laboriosas pero parece ser que, finalmente,
se abrirá a finales del 2015 con el nombre de Retiro Florida Madrid.
Figura
11. Obras en el Florida Park
Hace algunas semanas, en
las citadas obras, se ha encontrado una noria,
denominada de “sangre”, porque era movida por tracción animal (caballería). Esté encajada en una estructura
de ladrillo macizo que llegaba hasta el borde de la boca elíptica, que estaba
enladrillada. Tiene una profundidad de unos cuatro metros, tres metros y medio
de longitud y uno y medio de anchura. Con este sistema se garantizaba la subida del agua desde un pozo enclavado
en el subsuelo. Es muy similar a las norias
que se empleaban en el riego de
huertas y jardines del siglo XVII; hay varios ejemplos en el propio Retiro.
Un caso es el que se ha reconstruido, en el “Huerto del Francés”, donde se encontraba
la “Real Fábrica de Porcelana del Retiro”, al lado de la estatua del Ángel Caído. En este momento se está
realizando un estudio arqueológico
para evaluar la importancia de este hallazgo.
La “Casa de Fieras”. Los antecedentes
de un zoológico en Madrid, se remontan a 1774, cuando Carlos III mandó construir un Parque de Animales en la actual
“Cuesta de Moyano”, que formaba parte de los terrenos de los Jardines del Buen
Retiro.
A finales del siglo
XVIII, las instalaciones se
trasladaron a la esquina del Parque, junto a la actual Puerta de Alcalá, las
jaulas conocidas como la “Leonera”, contenían animales peligrosos y estaban dispuestas formando un octógono.
La invasión francesa supuso una ruina
para la “Casa de Fieras”, muchos animales perecieron y la situación llego a ser
deplorable. Fernando VII, en 1830,
trasladó las instalaciones a una zona próxima a la actual “Puerta de Sainz de
Baranda”, aquellas se ampliaron y se mejoraron las instalaciones, pasándose a denominar “Gabinete Real
de Ciencias Naturales”. El edificio tenía
dos plantas; en la inferior
estaban las jaulas para los distintos
animales: tigres, leones, pantera, dos hienas y un chacal. En la planta superior se dispusieron
habitaciones para que descansara la
familia real y sus huéspedes;
estaba decorado con animales disecados. Asimismo, se construyeron unas jaulas y fosos para otros animales:
kiosco de los monos, la elefantera, la osera, etc.
La vida de este zoológico pasó por muchas vicisitudes: gestión del Ayuntamiento (1844); explotación
privada por Luis Cabañas (1895); dirección por Cecilio Rodríguez, jardinero
mayor del Ayuntamiento (1918); después de la Segunda República y de la Guerra
Civil, volvió a ocuparse el anterior, a partir de 1940 y, finalmente, se ocupó
Ramón Ortiz desde 1953. La “Casa de Fieras” era tan popular que en algunos días de fiesta se llegaron a contabilizar 200.000 visitantes; en
1967 llegó a tener más de millón y medio.
El traslado al “Zoo de la Casa de
Campo” se realiza en 1972.
De los que nacimos en la zona o que pasamos nuestra infancia y adolescencia
en la misma, tenemos muchos de recuerdos de aquella “Casa de
Fieras”: el elefante “Perico”, los rugidos de los leones y los olores no muy
agradables cuando paseábamos por sus alrededores, sobre todo por la calle de
Menéndez Pelayo.
Figura
12. La jaula de los osos
En la planta superior del edificio que fue la
“Casa de Fieras” estuvo instalada la
Junta Municipal de Retiro, durante algunos años, hasta que en el año 2005
se trasladó a la Avenida de la Ciudad de Barcelona, a un
edificio, proyectado y contruido, por el arquitecto Rafael de la Hoz-Castanys. Una zona
del edificio de la “Casa de Fieras” se ha habilitado como biblioteca
municipal. Los espacios que
albergaban las jaulas de los animales
se han reinterpretado como cubículos de
vidrio como salas de estudios con
vista al parque.
Figura
13. Cubículos de vidrio
En la zona opuesta hay
una parte de la biblioteca de nueva
construcción en la que destaca la transparencia de sus cerramientos de modo
que el parque y la biblioteca se
funden en una visión fantástica. La
mencionada biblioteca se la conoce como la “Biblioteca Eugenio Trías”,
inaugurándose en abril de 2013. La obra
ha sido compleja: se proyectó en el año 2004, cambios de proyecto y,
finalmente, se tardó en acondicionar y abrir al público por problemas de
presupuesto. Los arquitectos han
sido: Santiago Araujo y Rafael Nadal.
Algunos de los muros estructurales primitivos, de ladrillo visto, se han
conservado así como unas cerámicas decorativas, en ambas plantas.
Figura
14. Vista de la entrada de la Biblioteca
El “Reservado de
Fernando VII” se incluye en los jardines, por un Decreto de 1868, por el mismo
la Corona pierde los derechos sobre los Jardines del Buen Retiro y éstos pasan
a depender el Ayuntamiento de Madrid con el nombre de “Parque de Madrid”.
Afortunadamente,
todavía podemos ver e incluso imaginarnos como eran los “Caprichos” de los que
disfrutaba el rey y su familia y que, hoy en día, están al alcance de todos,
aunque algunos hayan desaparecido y otros sean un testimonio de los primitivos.
Fuentes de Investigación
y de Información:
ARIZA,
CARMEN. Los Jardines de Madrid en el Siglo XIX. Editorial El Avapiés S.A.
Revista:
Pasea por Madrid. (Ed. Digital) nº 5. Enero 2015
Revista:
Pasea por Madrid. (Ed. Digital) nº 6. Abril 2015
Revista:
Madrid Histórico nº46/07-08/2013
Revista:
Gaceta del Buen Retiro (julio 2013)
Índice de
Figuras:
Figura
1. Plano del Reservado de Fernando VII
Figura
2. Plano del Retiro
Figura
3. La “Montaña de los Gatos”, zona en recuperación
Figura
4. Fachada de la zona de la cúpula
Figura
5. La “Casita del Pescador”
Figura
6. La “Fuente Egipcia”
Figura
7. La “Casa Rústica”
Figura
8. Escena en el “Embarcadero Real”
Figura
9. La “casa de Vacas”
Figura
10. Imagen antigua del “Florida Park”
Figura
11. Obras en el “Florida Park”
Figura
12. Jaula de los osos
Figura
13. Cubículos de vidrio
Figura
14. Vista de la entrada de la Biblioteca
Fuentes de Información
de las Figuras:
Figura
1. Pasea por Madrid. (Ed. Digital) nº 6. Abril 2015. Página 105
Figura
2. Pasea por Madrid. (Ed. Digital) nº 5. Enero 2015. Página 64
Figuras:
3, 4, 5, 6, 9, 11, 13, 14: Fotografías del autor
Figura
7. La “Casa Rústica”. Los Jardines de
Madrid en el Siglo XIX. Página 79
Figura 8: https://artedemadrid.wordpress.com/2012/02/08/embarque-real-en-el-estanque-grande-del-retiro/
Figura
12. Gaceta del Buen Retiro (julio 2013). Página 11
Artículo sencillamente extraordinario. Muchas gracias al autor
ResponderEliminarSobre tu comentario de la Casa de Vacas, creo que mantienes ciertos errores muy difundidos y que es muy fácil comprobar que no son exactos, si ves los inventarios del Retiro de 1839 y 1879 veras que no se citan como caprichos, ni tan siquiera se menciona que fueran obras de Isidro Gonzalez, desde mi punto de vista y a tenor de que había un puesto de guardia en la puerta del Reservado esquina al gran estanque, es muy posible que la actual Casa de Vacas fuera una de las dependencias de los miguelete que atendían la protección de los jardines. dale un vistazo a la maqueta de gil de Palacio de 1830 y podrás verlo mejor. El día 26 de octubre doy una conferencia sobre esta parte del Retiro en le biblioteca publica de Sanchinarro a las 7 de la tarde y ademas te imaginas a Isabel II jugando a ser pastorcilla ...
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