Al visitante que se asoma a la
“Cornisa de San Francisco-el Seminario” le llamarán la atención dos aspectos
destacables:
- el primero es el propio espíritu del “Parque de la Dalieda”, espacio poco confortable para el usuario. Se ha concebido como un espacio verde temático en el que se han plantado diferentes variedades de dalias que solo florecen de principios de junio a finales de otoño, siempre que no haga mucho calor. Además en el Parque, los árboles (magnolios) son muy pequeños ya que están plantados en contenedores, por lo que en cierta época del año no es recomendable su visita por exceso de soleamiento y calor. Lo único que le hace atractivo a este “espacio ajardinado” es perder la vista desde el mirador que da al Parque de la Cornisa para contemplar el paisaje de la zona oeste de Madrid, cuyo fondo es la Casa de Campo. Es recomendable leer, con atención, los rótulos que describen el Parque, indicando: sus objetivos, la plantación, su intencionalidad, todo ello para justificar su existencia.
Figura 1. Vista del acceso al Parque
- El segundo aspecto interesante es el “negativo” del Claustro, ruinoso, sin consolidar, no visible en su parte inferior que parece un gran telón de fondo, con sus grietas, roturas y su aspecto de abandono.
Figura 2. Restos del claustro
Según la antigua tradición, el convento de San Francisco el Grande lo funda, hacia 1217, el propio San Francisco de Asís, sobre una ermita
anterior fundada, a su vez, por una comunidad
de religiosos franciscanos, bajo la advocación de Jesús y María. Esta fundación
junto con la de Santo Domingo y San Martín, se sitúan extramuros de la ciudad, al
norte, mientras que la de San Francisco se ubica en la zona sur.
Dicho convento fue ampliándose, poco a poco, debido a las limosnas de los
fieles, ya que a finales del siglo XIII y principios del siglo XIV, las órdenes
mendicantes toman un gran auge, el
edificio primitivo fue sustituido por otro edificio de mejor calidad.
Una de las imágenes más antiguas
procede del Plano de Texeira (1656).
Figura 3. Imagen del Texeira
El convento y la iglesia
estuvieron, siempre, muy vinculados a la familia real, allí se celebraban
ceremonias reales.
En el edificio a lo largo de su
historia se han realizado obras, modificaciones y vicisitudes. En 1760 se
decide ampliar, para ello se derriba el
existente y se proyecta uno nuevo. El proyecto
se le encarga a Ventura Rodríguez
aunque los frailes prefieren otro de Fray
Francisco Cabezas y redactado por José Hermosilla. La idea se corresponde
con la configuración actual: un templo circular rodeado de siete capillas y
cubierto por una gran cúpula de 33,00 metros de diámetro; fue Sabatini en 1766 quien terminó la obra.
En la Maqueta de Madrid de León Gil de Palacio (1830) se puede ver el
conjunto.
Figura 4. Imagen de la
Maqueta de Madrid
Entre los problemas que ha sufrido,
en el siglo XIX, tenemos: la Guerra de la Independencia, la Basílica
se transforma en el Salón de Cortes y
con motivo de la Desamortización de
Mendizábal, se pensó en convertirlo en Panteón
de Hombres Ilustres, pero no prosperó esta idea.
En 1980 se declara Monumento
Nacional. Con motivo de última restauración estuvo cerrado durante varios años
y se abrió en noviembre de 2011. Es un museo y se puede visitar en un
determinado horario.
Lo podemos considerar un gran templo, por su forma, estructura y tamaño; ya nos
hemos referido al tamaño de la cúpula que
es superior a otros ejemplos conocidos: San Pablo de Londres, los Inválidos y el Panteón, ambos en París.
Sin duda, constituye un hito en la
“Cornisa de Madrid”, tan característico y emblemático de la ciudad.
Veamos, qué acontecimientos se han producido, en los últimos años, que han tenido repercusión, tanto en los edificios
anejos como en el claustro del
Convento que han dado como resultado la situación actual
Figura 5. Plaza de San Francisco (1920)
Lo que realmente ha modificado el conjunto fue la apertura
de la Gran Vía de San Francisco que
une la Puerta de Toledo con el Viaducto de la calle Bailén.
Previamente, a la apertura de
esta Vía hubo muchos antecedentes y, aunque, la mayoría no properaron. El primero fue el de
José Bonaparte que quería unir San Francisco con el Palacio Real, el Viaducto
se inauguró en 1874, que salva el obstáculo con la calle de Segovia. En 1932 se
presenta el proyecto de Secundino Zuazo
que propone la demolición de parte
del barrio de San Francisco; una de
las zonas más afectadas eran los edificios de los cuarteles del Rosario y de San Francisco, donde estaban la prisión
y la zona de reclutamiento; a la vez fueron albergues para pobres durante 1934.
Estas edificaciones se supone que fueron realizadas por Sabatini pero este
hecho no se ha podido confirmar. El cuartel
era el primer gran impedimento para
comenzar las obras.
Figura 6. Imagen de los cuarteles
Hasta 1947 no se intentan retomar
las obras; pero, realmente, el empujón se lleva a cabo en 1957 con el “Plan
Quinquenal del Ayuntamiento de Madrid”. El trazado
de la Gran Vía afectó gran cantidad
de fincas afectadas por el trazado
(30) y otras 18 desalojadas. Aquélla se inaugura, oficialmente, el 18 de julio de 1961.
La zona quedó en semi-abandono, con unos solares vallados altas tapias
de ladrillo, sin mantenimiento alguno y la misma adquirió un especto de
“posguerra”.
Recuerdo durante muchos años, el solar anexo a San Francisco, cerrado
con un muro de ladrillo, en el que se
veía un gran montículo de tierra
donde, sin duda, estaban enterradas las
piedras de las edificaciones que rodeaban a la Basílica y entre ellas las
de su claustro.
El 27 de febrero se 1975, se aprueba, provisionalmente, el “Plan
Parcial de Ordenación de San Francisco el Grande”, se contemplan varias opciones: desde la reconstrucción del cuartel del
Rosario, hasta arreglar la medianería del
templo, hoy sigue en el mismo estado
Figura 7. Medianería de San Francisco
Se adoptó la solución de dejar un
espacio libre de edificaciones
alrededor de la Basílica para dar esplendor
a la misma. En mayo de 2007, con
ocasión de unas elecciones municipales se realizó
la “Dalieda” a la ya nos hemos referido, anteriormente. El movimiento de
tierras fue mínimo y su configuración es de un montículo, enrasado en la parte
superior.
Figura 8. Planta general del conjunto
Al fondo, quedan los “rastros” del claustro, sin restaurar,
valorar o consolidar; en realidad el aspecto
del conjunto es de un total deterioro.
Además, la parte inferior del claustro queda por debajo del nivel de la zona
ajardinada, de manera que se ha conseguido una especie de “fosa” que tiene una
altura aproximada de unos 2,00
metros que se ha convertido en un “alojamiento” de
indigentes, almacenamiento de enseres y,
por supuesto, acumulación de basura.
Figura 9. Nivel inferior de la medianería
Todavía, hoy en día, y aunque ya
han pasado seis años, sigue la polémica entre la “Dalieda”, el Parque de la Cornisa y la medianería de San Francisco, sin
restaurar.
Invito a que el lector visite la
zona y después del paseo, saque sus propias conclusiones. ¡Se recomienda buscar una época apropiada, y no en pleno verano¡
A pesar de todo, la Basílica de San Francisco el Grande merece
una visita cuidadosa y detallada, tanto en todo su exterior como en su
interior, sorprendente por la decoración de sus paredes.
Figura 10. Vista frontal de la Basílica de San Francisco el Grande
Fuentes de
Información:
Jornadas Europeas de Patrimonio
2002. Instituto de Patrimonio Histórico Español.
MANUEL DE BLAS. San Francisco el Grande.
idinformacion=643. Basílica de San Francisco El Grande
idinformacion=387. Convento de San Francisco El Grande
Fuente de información de las imágenes:
Figura 1. Vista del acceso al
Parque
Figura 2. Restos del claustro
Figura 3. Imagen del Texeira
Figura 4. Imagen de la Maqueta de
Madrid
Figura 5. Plaza de San Francisco
(1920)
Figura 6. Imagen de los cuarteles
Figura 7. Medianería de San
Francisco
Figura 8. Planta general del
conjunto
Figura 9. Nivel inferior de la
medianería
Figura 10.Vista frontal de la
Basílica de San Francisco el Grande
Parece increible que ese montículo donde se sitúa La Dalieda no haya sido excavado para recuperar los restos del convento. ¿Es esto así?.
ResponderEliminar