El lector se preguntará por qué
el título aparece con estos signos y, sobre todo, con el interrogante; al final
del texto encontrará la respuesta, también con otra pregunta.
Este singular edificio se construyó
para la sede de la Exposición de
Filipinas que se celebró en Madrid en el año 1887. El proyecto se le
encargó, un año antes, al arquitecto Ricardo
Velázquez Bosco (1843-1923).
Para entender este edificio hay
que recordar el antecedente del “Crystal
Palace” que Joseph Paxton construyó,
en 1851, para la Exposición Universal en Londres; era un edificio muy
transparente con una estructura de acero y vidrio.
Figura 1. Crystal Palace
El Palacio de Cristal fue concebido por Ricardo Velázquez como un invernadero, una gran “estufa de vidrio y hierro” para
exhibir las plantas exóticas; posteriormente se pensaba utilizar como “Museo Ultramarino”.
La planta recuerda la cabecera de una iglesia gótica coronada por una
espléndida cúpula de 24
metros de altura que sobresale por encima del resto de
las cubiertas.
En su construcción que duró 5
meses, participaron el ingeniero Alberto
de Palacios que realizó los cálculos
y el diseño estructural y los azulejos
los realizaron los hermanos Zuloaga
como en otras obras de Velázquez: “Pabellón
para la Exposición de Minería”, inaugurada en 1883, conocido como “Pabellón de
Velázquez”, “Ministerio de Agricultura” y “Escuela de Minas”. La intención de Velázquez, en cuanto, a la elección de
la cerámica era cubrir con la misma, las zonas cerradas, que no estaban
acristaladas y preveía que los efectos de los brillos que surgieran de las
superficies curvadas acristaladas se unieran a los producidos por los
azulejos.
Figura 2. Palacio de Cristal. Imagen antigua
Fue declarado B.I.C. en 1977.
Hasta aquí todo lo anterior es,
más o menos, conocidos por la mayoría de la gente; ahora vamos a referirnos a
aspectos menos conocidos y bastante curiosos.
El Palacio de Cristal se levanta en el borde de un estanque donde se refleja el edificio,
rodeado por una rica vegetación. A pocos metros del Palacio y a la orilla del
citado estanque, Velázquez construye
una gruta que, se puede atravesar,
ejecutada con piedras calcáreas con la intención de obtener un contraste entre
la prehistoria, que representa
aquélla y el diseño tan original y singular
del Palacio.
Figura 3. Recreación de cueva prehistórica
Muchas de las exposiciones
universales que se celebran en Europa y América, durante el siglo XIX, se
“decoran” con exhibiciones etnológicas.
Para ello se traían indígenas, que procedían de distintos países, con los que
se reproducía su “habitat” y el “medio de vida”.
La Exposición de Filipinas se inaugura oficialmente por la reina
regente, María Cristina, el de 30 de
junio de 1887, que visita con frecuencia y, además, organiza recepciones en
palacio y en otras dependencias a todos los miembros de la delegación filipina.
En nuestro caso, se levanta un poblado de viviendas tradicionales de las
islas, rodeando el estanque, en
el que un grupo de indígenas filipinos
desarrollan una representación de su vida
cotidiana; para ello se muestran productos de aquellas tierras, sobre todo,
agrícolas, ejemplares de fauna y flora, útiles, etc. Dicho grupo permanece en
España durante un mes y medio y sólo se les exhibe con motivo de la Exposición.
Hasta ahora, lo comentado es
curioso pero lo que nos vamos a referir ahora es francamente sorprendente para
desgracia del edificio proyectado y ejecutado por Velázquez Bosco y que afecta a su unidad y al propio concepto como
edificio.
Nos hacemos las siguientes
preguntas:
¿A quién se le ha ocurrido solucionar el problema de la accesibilidad
al edificio de una manera tan “torpe”?
¿No hay otro sistema?
Figura 4. Imagen de la rampa de acceso
Se supone que quién toma este
tipo de decisiones tiene suficientes conocimientos y la sensibilidad adecuada
para decidir el medio más oportuno, tanto para cumplir la accesibilidad como
para no perjudicar al edificio.
El Palacio de Cristal ha perdido su esencia; el espíritu clasicista del arquitecto, le llevó a proyectar un pórtico jónico, a la entrada, que le daban un aire de
“magnificiencia” y que ahora se ha desvirtuado por la “chirriante” y brillante rampa metálica.
Como se puede ver en la
fotografía adjunta, los fines de semana la rampa no sólo sirve para acceder al
edificio sino como soporte, para exponer,
los géneros de los vendedores ambulantes.
Figura 5. Uso no previsto de la rampa
Además, la rampa que ocupa
bastante, de manera, que el espacio que queda entre la escalinata de acceso y
el estanque es muy justo y la situación
espacial que se ha producido es incómoda
e, incluso, peligrosa.
Teniendo en cuenta que la estructura de la rampa y su fijación no
son definitivas, esperemos que los responsables de esta torpe decisión, algún día, lo antes posible la eliminen y busquen una solución menos “agresiva” para que el
edificio recupere su idea original. Tenemos el caso del, Palacio próximo, en el
que se ha instalado un elevador, bastante disimulado.
Sin duda a todos nos viene a la
cabeza la célebre y repetida frase ¿si
Velázquez Bosco levantara la cabeza?
Figura 6. Vista general del Palacio de Cristal
Fuentes de
Información:
“Monumenta Madrid”. Patrimonio Histórico Edificado. Palacio de Cristal (Ref: 17626)
ARBEX, JUAN CARLOS. El Palacio de Fomento. Ministerio de
Agricultura, Pesca y Alimentación. 1988.
SANCHÉZ GÓMEZ, LUIS ANGEL. Las exhibiciones etnológicas y coloniales
decimonónicas y la Exposición de Filipinas de 1887. Consejo Superior de
Investigaciones Científicas.
http://rdtp.revistas.csic.es
Fuente de información de las imágenes
Figuras 1. Google Imagen
Figura 2. ARBEX, JUAN CARLOS. El Palacio de Fomento
Figura 3, 4, 5 y 6. Fotografías
del autor.
Curiosísimo lo del poblado indígena. Es muy bonito y sí que es verdad que tendrían que mirar otra solución a esa rampa...
ResponderEliminarSaludos!