jueves, 29 de enero de 2015

La Cerca de Felipe IV. Los restos consolidados

Siempre nos llamó la atención la Cerca de Felipe IV, levantada en 1625, conocer cuáles eras sus objetivos, si ya no había guerra, y el porqué de la existencia de ese recinto amurallado. Asimismo, nos causa gran interés los restos de la misma que se conservan y ha sido consolidados en la Ronda de Segovia. El objetivo de este post es encontrar la respuesta a estas cuestiones, todo ello enmarcado en las distintas fortificaciones que se levantaron en Madrid.

Conviene distinguir entre “muralla” y “cerca”. La “muralla” tiene un fin defensivo por lo que se levantan y mantienen, en la época, que hay conflictos bélicos. Por el contrario las “cercas son más modernas” y servían para el control de la población, como medidas sanitarias y, sobre todo, para la recaudación de impuestos. En ambos casos había unos elementos interesantes de los cuales nos han quedado restos, rastros y huellas, nos referimos a las puertas y postigos. Muchas de las puertas al derribarse por el paso del tiempo han dado lugar a plazas cuyos nombres recuerdan a los originales: Puerta Cerrada, Puerta de Moros, La Cruz Verde, etc.

Primeras fortificaciones
Sabemos que el origen de Madrid corresponde a una fundación islámica; su fortificación se realiza en los últimos años del emirato de Muhamed I (852-886), era hijo de Abderraman II e hizo una reestructuración administrativa y militar del estado Omeya de Córdoba.

El primer recinto comprendía la llamada “colina del palacio” donde se encontraba la fortaleza y la medina con sus murallas y sus puertas. Se conservan los cimientos y un lienzo de la muralla en la Cuesta de la Vega; su aparejo está compuesto de dos paramentos exteriores y un núcleo de mampostería trabada con argamasa de cal.



Figura 1. Restos de la muralla musulmana (Cuesta de la Vega)

Aprovechando el marco del “Plan E” (2009-2010) se propuso poner en valor el entorno próximo a la muralla. Se redactó un proyecto en el que sus objetivos principales eran: potenciar su vocación de mirador sobre el resto del parque y las murallas; asimismo, el espacio debía recrear un jardín cuya idea recordara a un jardín hispano árabe y que tanta importancia ha tenido en nuestra historia de la jardinería.  Algunas de las especies más significativas de este jardín son: los olivos, magnolios, almez, romero, jazmín, laurel y madroño.

La segunda muralla corresponde al período cristiano, después de la conquista de Madrid por Alfonso VI hacia 1083. Partía de la muralla islámica y llegaba hasta la iglesia de San Andrés, la Cava Baja, Puerta Cerrada, Cuchilleros, etc. y llegaba hasta la plaza de Ópera y el Palacio. Tuvo cuatro puertas: de Moros, Puerta Cerrada, Guadalajara y Banaldú.

J. Oliver Asín, en 1950, encontró parte de la muralla junto al Viaducto. Cuatro años después fue declarada Monumento Nacional y, posteriormente, comenzaron distintas campañas de excavación y se fueron localizando otros restos de la muralla cristiana en varios edificios y plazas: Bailén, Angosta de Mancebos, Don Pedro, Cava Baja, Almendro, etc.

Figura 2. Planta de fortificaciones y recintos amurallados de Madrid

Restos de esta muralla cristiana se han encontrado, hace pocos años, al demoler un edificio en la calle de la Escalinata, al lado de la Plaza de Isabel II. Dichos restos se aprecian, en la foto adjunta, formando parte del edificio que ha quedado al aire.


Figura 3. Restos de la muralla cristiana (Calle de la Escalinata, 21)

Estas primeras fortificaciones las podemos considerar “murallas” ya que tenían un fin defensivo. A partir del siglo XII se fundaron fuera de la muralla cristiana, monasterios y ermitas, a ambos lados de los caminos de salida de la ciudad lo que dio lugar a la formación de varios arrabales. Se calcula que abarcaba unas 70 ha.

A partir del siglo XV se consideraba que ya no habría más guerras, la ciudad estaba consolidada y no había riesgos de invasores. En el año 1438, en el reinado de Juan II se construye la Cerca del Arrabal por una epidemia de peste en la ciudad. Juan II y su hijo Enrique IV, padre y hermanastro, respectivamente, de Isabel de Castilla pasaban temporadas en Madrid, cazando en la zona del Pardo.

El término  arrabal (del árabe hispánico arrabá, y este del árabe clásico raba) es una agrupación orgánica (sin planeamiento urbanístico previo) de viviendas y comercios, normalmente asociado a clases bajas. El término se aplica normalmente para definir los crecimientos descontrolados que tuvieron lugar en las ciudades europeas durante la Edad Media. Cuando el territorio encerrado por las murallas comenzaba a escasear surgían viviendas en torno a las puertas, los caminos principales que partían de los núcleos de población y en torno a los nuevos monasterios que se fundaban fuera de las murallas. Posteriormente se hacía necesaria la construcción de una nueva muralla, más amplia, y los arrabales quedaban incluidos en la ciudad como un barrio.

Según algunos autores, algunos de los arrabales ya contaban con su propia cerca y lo que se hizo fue unirlos. Tenía ocho puertas y postigos: Puerta de Santo Domingo, Postigo de San Martín, Puerta del Sol, 1ª Puerta de Atocha (situada en la Plaza de Jacinto Benavente), Postigo de San Millán, Puerta de la Latina, Puerta de Moros y Puerta de la Vega; muchos de estos nombres se conservan hoy en día.

La Cerca de Felipe II
Hacia 1561, Felipe II  toma la decisión de trasladar la capitalidad de Toledo a la ciudad de Madrid. Esta idea, parece ser, que ya se la había comentado su padre, el emperador Carlos I, que le hizo el encargo de mejorar el Alcázar ya que no reunía buenas condiciones de habitabilidad para la Corte. Madrid, en ese momento, era una villa de unos 15.000 habitantes. Con este traslado, el rey conseguía mejorar varios aspectos de los que carecía Toledo: posibilidad de crecimiento, agua en abundancia, aire más sano, buenas zonas de caza,  espeso arbolado y vegetación y, además, estaba alejado del arzobispo de Toledo.

La ciudad, en el momento, que empezó a ser sede de la Corte empezó a crecer de una manera exponencial; no hay que olvidar que Felipe II era el monarca más poderoso del mundo. Unos años después, en 1566, Felipe II mandó construir una nueva Cerca, sin torres y almenas, ya que no tenía fin defensivo como las murallas anteriores y su objetivo principal era el control fiscal y sanitario. Se ejecutó con mampostería y abarcaba una extensión de 125 ha.

La nueva Cerca tuvo siete puertas: Vega, Segovia, Toledo, Antón Martín, Sol, Red de San Luis, Santo Domingo y el Postigo de San Martín; casi todas ellas nos han llegado hasta nuestros días. En la Figura 4 se puede ver un esquema de la citada Cerca.

Figura 4. Esquema de la Cerca de Felipe II

La Cerca de Felipe IV
En 1621, Felipe III muere en el Alcázar y su hijo, Felipe IV, fue coronado rey con 17 años. Durante este reinado la población aumentó un 200% con respecto a la de su abuelo, Felipe II, por lo que fue necesario ampliar los límites de Madrid.

Entre las obras más importantes que se ejecutaron en la ciudad fueron la Cerca  y el Palacio del Buen Retiro tenemos: el Palacio del Buen Retiro de Madrid fue un conjunto arquitectónico de grandes dimensiones diseñado por el arquitecto Alonso Carbonel,  construido en tres años (1630-1633) por orden de Felipe IV, según el consejo de su valido el Conde Duque de Olivares, como segunda residencia y lugar de recreo (de ahí su nombre). Se edificó en lo que entonces era el límite oriental de la ciudad. Hoy en día se conoce por los escasos vestigios que nos quedan:  Salón de Reinos, anterior Museo del Ejército y el Salón de Baile, Casón del Buen Retiro y por sus jardines, que hoy conforman el Parque del Retiro.

Figura 5. Palacio del Buen Retiro  (Jusepe Leonardo)
La Real Cerca de Felipe IV fue obra del arquitecto Juan Gómez de Mora, arquitecto mayor del rey y del ayuntamiento. Sustituyó a las anteriores cercas de Felipe II y del Arrabal permitiendo el crecimiento de la población.

La mencionada Cerca provocó varios efectos en el desarrollo urbano: impidió la expansión horizontal de Madrid hasta bien entrado el siglo XIX, hacinando su población durante más de 200 años. Cuando fue demolida, pudieron acometerse los primeros  ensanches,  favoreciendo un cierto crecimiento vertical, dando lugar a las corralas,  viviendas dispuestas en varias alturas y organizadas en corredera, alrededor de un gran patio común.

Para acoger a la nueva población y a las edificaciones que se construyeron se construye  la nueva Cerca con fines fiscales, sanitarios y de seguridad. Asimismo, se controla el acceso de las mercancías y víveres y se asegura el cobro de impuestos y vigilancia de quien entraba y salía. Para poder levantarla se aplicó una sisa de vino (sisa es un tipo de tributo que se paga por razón de las cosas vendidas o mantenimiento que constan de peso y medidas; se deriva del verbo hebreo sisah, que significa “quitar” o “sustraer”. En 1626 se estableció una sisa de vino del 6,60%.
La idea de la nueva Cerca parte en 1614, de Gómez de Mora, marcando sus límites en 1617; su trazado se adaptó a la configuración del terreno, lo que hizo que fuera irregular, se ejecutó por tramos o sectores separados,  que debían ser realizados por maestros arquitectos. En cada uno de ellos se colocó una puerta o un portillo que tenía menos importancia. La denominación de los mismos se puede ver en el plano adjunto (Figura 6). Las puertas estaban abiertas hasta las 10,00 horas en invierno y hasta las 11,00 en verano. Pasado este tiempo un retén permitía el paso.

Figura 6. Esquema de la Cerca de Felipe IV

Pedro de Ribera había realizado una puerta, a instancias del Marqués de Vadillo, construida en 1727 y demolida en 1770 cuando se hizo una remodelación del Paseo de San Vicente. Esta puerta fue sustituida por otra que destacaba por su arquitectura, ejecutada por Sabatini en 1775 (Figura 7), encargada por Carlos III.  


Figura 7. Puerta de San Vicente (Francisco Sabitini)
Para la construcción de la Cerca se empleó ladrillo, argamasa y tierra. Abarcaba una superficie de 500 ha., contando con las 150 que ocupaban el Parque y el Palacio del Buen Retiro y tenía una longitud de 13 km. En 1650 abarcaba la Montaña del Príncipe Pío, Buen Retiro y la Ermita de Atocha.
Se emplea un sistema constructivo de tres o cuatro pies de espesor con tres o más hiladas de cajones de grandes mampuestos de pedernal entre verdugadas de ladrillo, trabadas a intervalos de dos metros por encadenados verticales del mismo material. Este aparejo se denomina a “la toledana”, que procede de construcciones mudéjares. Es una tipología muy habitual en Madrid que se ejecuta durante los siglos XV, XVII y XVIII.
Las salidas de Madrid estaban indicadas por cinco puertas reales o de registro en las que se pagaban los impuestos: Segovia, Toledo, Atocha, Alcalá y Bilbao (o de los Pozos de Nieve) y catorce portillos de menor importancia.
Esta Cerca se mantuvo en pie casi dos siglos limitando el crecimiento de Madrid. Se derribó en 1868 durante la Revolución Gloriosa por ser considerada un símbolo isabelino. Como la población se fue incrementando hasta los 100.000 habitantes de finales del siglo XVII, las numerosas huertas y jardines interiores fueron desapareciendo para convertirse en edificaciones. En la Figura 8 se puede ver el límite aproximado de la Cerca, se indican los edificios más notables: iglesias,  conventos, palacios y edificios civiles.
Figura 8. Límite de la Cerca con los edificios más notables

Los restos de la Cerca de Felipe IV
Los únicos restos de la Cerca que se conservan son los siguientes:
  • El tramo consolidado en la Ronda de Segovia, semiesquina a la Puerta de Toledo, al cual nos referiremos, de manera detallada, más adelante.
  •  Un tramo formando parte de un  muro de contención, en el Parque de la Cornisa, detrás de San Francisco el Grande y que formaba parte de la Casa de Gil Imón y, del que  se derrumbó una zona importante.
  •   En el aparcamiento de la calle de Serrano y durante la excavación del mismo (2009) frente a la verja del Museo Arqueológico, se encontró un lienzo de ladrillo cocido y mampostería de caliza y pedernal de unos 12,00 metros de longitud por 1,50 metros de anchura y unos 2,00 metros de altura que los especialistas han considerado como parte de la Cerca de Felipe IV. La Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid ha dictado una resolución por la que obliga al Ayuntamiento a: “proteger, conservar y salvaguardar la integridad de los restos encontrados”. Como dice  el historiador Francisco Marín Perellón se trata de un: ”documento arqueológico excepcional”. Además, se ha encontrado un Viaje de Agua que procedía del ramal principal del Viaje del Abroñigal Alto y que se construyó a comienzos del siglo XVIII. Este hallazgo supone un problema en la ejecución del aparcamiento de la citada calle.
  • El Ayuntamiento propuso desmontar algunos metros de la Cerca y montarlos en la superficie de la Plaza de Colón o en otra plaza. No se tienen noticias de si se ha conservado o derribado.


Los restos consolidados de la Cerca de Felipe IV
Como ya hemos indicado anteriormente, en la Ronda de Segovia, semiesquina a la Puerta de Toledo, y al lado del Parque de Bomberos se conservan unos restos consolidados de la mencionada Cerca. Los restos primitivos eran fruto de una restauración del siglo XVIII, llevada a cabo por el arquitecto Juan Pedro Arnal que se ajusta al  modelo que impuso el Concejo. Este tratamiento que se le han dado a los restos nos ayuda a entender, al menos, el tamaño original de la misma, coordinando tres tipos de materiales: ladrillo,  mampostería y hormigón visto en color blanco.

Figura 9: Restos de la Cerca. Vista de conjunto
Estos restos tienen una forma de L, hacia el interior y unas dimensiones de unos 7,00 metros aproximadamente. La base inferior es de mampostería y tiene una altura de 1,60 metros, desde el punto más bajo,  y una anchura de 0,90 metros, aproximadamente. La altura total es de 5,60 metros y el muro tiene una anchura media de unos 0,70 metros.
El lienzo es de ladrillo visto, de color rojo, con aparejo a la toledana  a base de hiladas de ladrillo y mampostería. Se corona y refuerza con una estructura de hormigón visto, en color blanco, ejecutado mediante cajones, delimitados por berenjenos.
En la cara que da a la calle de Segovia se distinguen varios remates de distintos ladrillos e incluso algunos de ellos están encalados, incluso, se ve una pequeña hornacina remate con un arco apuntado y en la otra hay restos de una conducción de barro vidriado. En ambas caras se distinguen los mechinales.
Figura 10: Restos de la Cerca. Vista desde la Ronda de Segovia
En la parte interior, en el vértice de la L, hay una zona delimitada por una valla metálica y en la parte superior hay un plano rotulado, indicando la situación de este tramo de la Cerca.
El encuentro del hormigón con la parte original de la Cerca se realiza, por ambas caras, de una manera escalonada.
Figura 11: Restos de la Cerca. Detalle
El gobierno autonómico era consciente del valor arqueológico, histórico y monumental de los sucesivos cerramientos madrileños por lo  que se declaró Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico los recintos de la Villa de Madrid (murallas, cerca de Felipe IV y ensanche) mediante el Decreto 41/1995, publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid de 22 de mayo de 1995.
Tanto según lo comentado en el texto ayudado con las figuras, hemos dado respuesta a las cuestiones que hemos comentado, al principio; de manera que conocemos las circunstancias que rodearon la construcción de la Cerca de Felipe IV así como los antecedentes anteriores.

Fuentes de Información:
AAVV Servicio Histórico del COAM. Arquitectura de Madrid. Casco Histórico. Fundación COAM. 2003
GEA, Mª ISABEL. El Madrid Desaparecido. Ediciones La Librería. 2003
PATÓN, VICENTE. La Real Cerca de Felipe IV y su presencia actual. La silueta del corazón urbano. Ilustración de Madrid. Nº 16. Verano 2010.
RAMOS, ROSALÍA y REVILLA, FIDEL. Breve Historia de Madrid. Ediciones La Librería. 2012

Fuentes de Información de la Imágenes:
Figuras 1, 3, 9, 10 y 11: Fotos del Autor
Figura 2: Arquitectura de Madrid. Casco Histórico. (Página 17)PUBLICACION COAM
Figura 4: Esquema de la Cerca de Felipe II. El Madrid Desaparecido. Isabel Gea. (Pág. 74)
Figura 5: Palacio del Buen Retiro (Jusepe Leonardo).https://wwwMuseodelprado.es/…..
Figura 6: Esquema de la Cerca de Felipe IV. El Madrid Desaparecido. Isabel Gea. (Pág. 75)
Figura 7: Puerta de San Vicente (Francisco Sabatini) www.viendomadrid.com/2011/06/puerta-de-san-vicente.html
Figura 8: Límite de la Cerca de Felipe IV con los edificios más notables. Atlas Histórico de Madrid .Lunwerg editores. Madrid 1995
Índice de Figuras:
Figura 1: Restos de la muralla musulmana (Cuesta de la Vega)
Figura 2: Plantas de fortificaciones y recintos amurallados
Figura 3: Restos de la muralla cristiana (c/Escalinata, 21)
Figura 4: Esquema de la Cerca de Felipe II.
Figura 5: Palacio del Buen Retiro (Jusepe Leonardo)
Figura 6: Esquema de la Cerca de Felipe IV.
Figura 7: Puerta de San Vicente (Francisco Sabatini).
Figura 8: Límite de la Cerca de Felipe IV con los edificios más notables.
Figura 9: Restos de la Cerca. Vista de conjunto
Figura 10: Restos de la Cerca. Vista desde la Ronda de Segovia

Figura 11. Restos de la Cerca. Detalle